martes, 18 de enero de 2011

A donde quiera que vayas

A pesar de no estar contigo en tus últimos días de vida, tuvimos la oportunidad de despedirnos de ti. Y menos mal que lo hicimos en persona, pues no habriamos podido vivir con la angustia de no haberlo hecho.

Luchadora y fuerte hasta el final, resistiéndote a dejar atrás todo lo que creaste alrededor tuyo. Genio, tesón, aventura, valentía, trabajo y amor son las palabras que mejor definen tu vida.

Todos aquellos con los que conviviste a lo largo de tu vida, padre, hermanos, hijos, nietos... siempre te estaremos agradecidos por tu entrega a la familia y a aquellos que fueron tus amigos. Pero sobre todo Flor, ese muchacho al que conociste en el pueblo de al lado y al que tanto quisiste y que Dios se lo llevó muy pronto de tu lado.

En aquel entonces, no era tu tiempo para abandonar a quienes te rodeaban. Tenías la tarea de luchar  para sacarles adelante. Ahora, con el objetivo cumplido vas a reunirte con tu muy querido esposo Flor y ya nada ni nadie podrá separaros pues vuestros corazones se habrán unido en cuerpo y alma.

Te deseamos el más feliz de los viajes.

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