domingo, 13 de junio de 2010

Los "percebes" de Madrid

Queréis ver mi percebe disecao? - That’s what she said.

Una noche más, one day more and one more time… las noches de Madrid. Pero esta noche parecía diferente…

Una llamada de Mat a Teo: “Me llamo mojito-latina-ya”. Eran las 17:30.


A las 18:15 Teo se encontraba con Mat en la parada de metro La Latina. La noche empezaba pronto, pero como cada fin de semana desde hacía más de un mes, estos dos amigos no hacían otra cosa que ver cual era el mejor plan para desconectar de duras semanas de trabajo y master. Ese sábado había tocado latinear un poco…

La razón de que eligieran la Latina como destino, no era otra que una llamada anterior de su amigo Tony, el cual también se encontraba en una situación parecida a la suya, trabajo y master, combinación perfecta para necesitar un desahogo, o mejor dicho “ahogo”. Tony jugaba con ventaja y todo quedaría demostrado a lo largo de la noche, su noche había empezado a las 2 de la tarde.

El Windguru era el punto de encuentro y de partida de estos tres amigos. Winguru y mojitos. El resto daba bastante igual.

- Teo, vamos a pedirnos unos mojitos refrescantes! – dijo Mat.

- Correcto!!! No seré yo el que diga que no!

Después de liquidarse el primer mojito de la noche los dos compañeros de batalla, Mat y Teo se dirigieron a la barra de nuevo. Con su segundo cocktail en mano, vieron entrar por la puerto a lo que podrían definir como dos “matures”. Una de ellas rubia y la otra morena, que se dirigieron al fondo del bar para pedir, pero… Una mirada a su derecha fue suficiente para que la rubia se parase en seco y dijese:

- ¿Queréis ver mi percebe disecao?

- Mat y Teo se quedaron completamente anonadados, no podían dar crédito a lo que oían.

- No gracias! –Dijeron al unísono. Pero la rubia no se iba a rendir tan fácilmente…

- ¿Sabéis chicos, que yo diseco percebes? - Dijo mientras se señalaba un percebe disecado que llevaba a modo de colgante y se contorneaba y acercaba cada vez más a los dos amigos.

Al final ante la pasividad de los amigos las matures acabaron buscando nuevos objetivos aunque volvieron a intentarlo en repetidas ocasiones, cada vez que se acercaba a la barra alguien, atacaban, con frases como la anterior y con otras como “Me gustan los hombres que pagan en efectivo”. Pero bueno, la noche continuaba y las matures acabaron yéndose a dormir su borrachera, pero Mat, Tony y Teo solo estaban empezando. Después de muchos mojitos tenían que decidirse a buscar un sitio donde ingerir algún alimento. Eso y buscar nuevos amigos y amigas que aguantasen su ritmo. Un par de llamadas y quedó solucionado.

Unas amigas de Tony, unos amigos de Mat y Teo y nuevo equipo dispuesto a seguir pasándoselo bien. Un poquito de picoteo en bares con unos buenos pinchos les permitió coger las fuerzas suficientes para seguir con sus amados mojitos y llegar a ese estado de euforia que acaba dando el alcohol, y que les llevó a realizar su siguiente acto notorio de la noche.

Hacía calor, el falso verano que el principio de junio trajo a Madrid, y Tony decidió que el mejor sitio para refrescarse era la fuente de la mítica plaza de la Cebada! Una sola palabra para definir tan glorioso acto: ESPECTACULO!!

Chapoteando cual niños de cinco años en una piscina de juguete… decidieron terminar su baño con un placaje a pecho y consiguiente derribo, que dejó a Mat convaleciente durante el resto de la noche… Solo las risas del momento consiguieron mitigar el dolor de tan dura caída!

Tony seguía guiando al equipo, bueno, más que guiando era el agitador del grupo y quería que esa noche siguiera siendo suya. Una vez en la Sala Sol, el espectáculo continuaría…

Una pista de baile vacía, bastante gente entregada a las copas y al flirteo tan típico del lugar, pero Tony era ajeno a lo que sucedía en la sala y se movía a su propio ritmo. Un ritmo al que acabó bailando toda la sala, pues subido en la pista de baile, consiguió que la pista se llenará y toda la sala tuviera puestos sus ojos en él.

Se puede decir que Tony se había hecho famoso, famoso por una noche, en una de sus locas noches por Madrid.

miércoles, 2 de junio de 2010

Tarde de números y Noche de olvido

Un fin de semana con hechos de lo mas variopintos.

Mi fin de semana comenzaba el viernes, como el de todos, supongo. Salía de trabajar a las 3 y me dirigía a la que iba a ser una de las tardes mas frustrantes en ESIC. Fin de modulo, lo que significaba una tarde de duro trabajo desde las 17:00. Al día siguientes teníamos que entregar el trabajo correspondiente al modulo de publicidad digital.

Llevaba toda la semana pensando en ese día, sobre todo en el concierto de Los Pachucos y la Princesa, una londinense (creo) llamada Jenny, que guitarra o trompeta en mano o simplemente con su voz encandilaría a cualquiera.

Pero parecía que las estrellas se estaban alineando para que no pudiese asistir al concierto…. El tiempo pasaba y el presupuesto del proyecto no avanzaba, no había forma de hacer cuadrar los números. Así que me vi obligado a decirles a mis colegunis de concierto que no sabía si llegaría. Llegaron las 22:00 y para entonces habíamos conseguido cuadrar el presupuesto. Los ojos me dolían, ya no sabía ni mover el ratón para cerrar el archivo con el que había estado trabajando, pero a pesar de ello estaba seguro de que periódicamente lo había ido guardando. Lo guardé una ultima vez y lo cerré para enviárselo a mis compañeros para que lo incluyeran en la presentación.

Cual fue mi sorpresa cuando empecé a buscarlo y no fui capaz de encontrarlo… 30 minutos buscando y nada. Estaba desesperado! Ya todo me daba igual! Solo veía caos y destrucción allí donde miraba…

Así que cogí el coche y volé para por lo menos escuchar alguna de las canciones de ese gran grupo. Llegué a la segunda canción! Que alegría! Así que antes de reunirme con mi amigos me pedí un buen Gin-tonic que prácticamente me tomé del trago para olvidar los putos números que había estado haciendo. Ya estábamos juntos y los bailoteos habían empezado! A mover un poco el esqueleto! Y dispuesto a una noche de muerte y destrucción!

El grupo lo formaban entre otros, una voz que nos hacía estremecer acompañada de unas estupendas guitarras, contrabajo y un percusionista excepcional (no puedo olvidarme de las buenísimas apariciones de las trompetas). Pero sin duda su voz era lo mejor. Canciones tristes, de amor, alegres, versiones, un poquito de flamenco, con muchas reminiscencias del jazz, fusión, e incluso toques de reggae y ska. Una combinación de lo más variopinta como los integrantes del grupo.

La noche solo estaba empezando y después de un buenísimo concierto en el cual como auténticos groupies de Jenny nos quedamos a que nos firmara la maqueta del disco que le habíamos comprado. No había mucha gente y la verdad es que se paró un rato con nosotros y mi amigo “famoso en Chile” y yo conseguimos robarle dos besos a la protagonista de la noche. ;) (deberíamos creérnoslo?) jajajaja!!! Es broma…

Una de sus frases nos quedaría grabada: “Soy una pequeña flor en tus brazos esta noche, no quiero que amanezca y te vayas con otras flores…”

De ahí, con mi amigo el chileno nos dirigimos al madrileño barrio de Malasaña y a su mítico bar “El Palentino” (copas de calidad a 3 €) Ya era un poco tarde y casi no pudimos entrar pero al final una copa pudimos tomarnos mientras esperábamos al resto del equipo que habíamos ido perdiendo por el camino. Pero todos teníamos una cosa en mente… seguir pasándonoslo bien en cualquier sitio.

No me preguntéis donde fuimos porque no sabría deciros el nombre, lo que si recuerdo es la copa que me tomé a salud de mis amigos los números! Gin-tonic de London-Gin!! Rico, rico, rico…!!

A partir de ahí no recuerdo horas ni copas bebidas, lo único que recuerdo es que llegué a mi casa muy tarde, cansado y borracho, sin haber ingerido ningún tipo de alimento. Tal era mi grado de inconsciencia que no llegué a poner el despertador…

ERROR!!!! A mi cuerpo le pareció bien abrir el ojo por primera vez a las 10:00!!!!

Y ya solo hubo carreras…. Todo por culpa de los números…